Mobile Menu

  • DIGITAL MARKETING
  • FORMACIÓN INTERCULTURAL
  • CONSULTORÍA DE STARTUPS
  • PR COMM & COMUNICACIÓN DE CRISIS
  • EQUIPO
    • ROSA PANADERO
      • PROYECTOS EDITORIALES
      • HUG ME, MADRID
      • MEDIA
    • DIEGO VILLAMIZAR
    • LORENA CAÑAMERO
  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • YouTube
  • Menu
  • Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal
  • Saltar al pie de página

Before Header

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • LinkedIn
  • Medium
  • Twitter

RPConnection

STRATEGIC COMMUNICATION CONSULTING

Header Right

STRATEGIC COMMUNICATION CONSULTING

  • DIGITAL MARKETING
  • FORMACIÓN INTERCULTURAL
  • CONSULTORÍA DE STARTUPS
  • PR COMM & COMUNICACIÓN DE CRISIS
  • EQUIPO
    • ROSA PANADERO
      • PROYECTOS EDITORIALES
      • HUG ME, MADRID
      • MEDIA
    • DIEGO VILLAMIZAR
    • LORENA CAÑAMERO

‘El imperio del dolor’, matar por sobredosis con cuchara de oro

Usted está aquí: Inicio / DIGITAL MARKETING / ‘El imperio del dolor’, matar por sobredosis con cuchara de oro

Correlación o causa-efecto: tres generaciones de Sackler, enriquecidas con 200 muertes diarias provocadas por el OxyContin

En las seiscientas páginas de El imperio del dolor. La historia secreta de la dinastía que reinó en la industria farmacéutica (Reservoir Books) de Patrick Radden Keefe, navegamos por el Valium, el Betadine, el OxyContin y la oxicodona. Todo ello, salpimentado por la gracia, la billetera y la codicia de la familia Sackler y sus donaciones al mundo del arte y de la ciencia a uno y otro lado del Atlántico.

También hay muertos a ambos lados del océano. Muertes causadas por sobredosis de su medicamento estrella, el OxyContin, del que siempre se recomendaba “tomar un poquito más”. Que se lo digan a Nan Goldin, artista y exadicta; a Kurt Cobein, cantante de Nirvanamuerto por sobredosis de opiáceos, y a su viuda, Courtney Love, escandalizada cuando le pidieron amadrinar un desfile de ropa de Mrs. Sackler a cambio de un traje cosido con hilo de oro de 24 quilates. Que se lo digan también a las familias de los 200 muertos diarios que durante cuarto de siglo murieron en Estados Unidos por comprar un opioide con receta médica, y acabar adquiriéndolo en el mercado negro por miedo al síndrome de abstinencia.

Ya lo dijeron los Rolling Stones: Doctor, please, some more of these.

Somos lo que hacemos

Patrick Radden Keefe nos sumerge en un curso académico de periodismo(cronología de la estirpe Sackler), en otro de propaganda (las mentiras de los Sackler), en otro de marketing (la palabrería de los Sackler), en otro de ventas(comerciales entrenados por los Sackler), en otro de corrupción 101 (cómo los Sackler reclutaron a funcionarios públicos) y en otro de dirección de empresas y cazatalentos (de fiscales anticorrupción a abogados del emporio Sackler). Por encima de todos, está la ceremonia de graduación, equivalente a incendiar Roma al estilo Nerón: saquear la empresa familiar y declararse en bancarrota.

Aturulla un poco tanto curso. Se simplifica porque se hace todo a golpe de talonario. Lo que cuenta, para empezar, es el trabajo duro: una generación que las pasa canutas y duerme menos de ocho horas para asentar a los suyos y dejarles como herencia un apellido decente.

Lo que se echa en falta, también, es que la ética no acompañe al hiperactivo hermano mayor, Arthur, que tantos desvelos vivió como psiquiatra, vendedor de publicidad, editor de revistas, filántropo del arte y la ciencia, y marido de tres esposas diferentes: insaciable e insatisfecho. Sí les dejó el camino marcado: No dejes que la realidad te estropee una venta y sólo menciona a la familia como protector del arte y la ciencia.

Propaganda y drogodependencia 

Cuando preguntan por qué la Comunicación es una disciplina universitaria, la respuesta es: para evitar desviaciones. Para que, si se estas se producen, tengan un nombre: propaganda política, marketing, publicidad, branding.

Branding basado en mentiras, es mentir. Incluso con el aval de las autoridades, que paralelamente permitieron multiplicar por 36 veces la fabricación de opioides.

Mezclar el mensaje con el mensajero no es de recibo. Es más difícil que las cosas no se solapen en prensa especializada, no digamos en prensa médica, porque las farmacéuticas mantienen las publicaciones a golpe de chapa publicitaria.

Arthur Sackler no habría podido nunca lanzar sus campañas sobre Valium, ni su familia habría podido forrarse el riñón con fraudulentas campañas de branding que dejaban 200 muertos diarios en las calles estadounidenses.

Valium, OxyContin, Covid-19

Las cifras hablan. El OxyContin mató a mucha gente. El caso Sackler, tres generaciones nada menos, pone en evidencia que pagar multas administrativas es lo menos malo para seguir con la actividad.

Cualquier curso sobre Los trucos de los ricos explica cómo poner tu patrimonio a nombre de una empresa, después saquearla y declararla en bancarrota, para no tener responsabilidades (ojo, no te hagas autónomo porque esos sí responden con su patrimonio personal).

Así las cosas, tras una pandemia que se nos ha quedado grabada en la retina con la pista de hielo convertida en morgue en Madrid, los camiones frigoríficos trasladando cadáveres a crematorios a cientos de kilómetros, es difícil de creer que el virus SARS-2 haya sido un asuntillo de pangolines en putrefacción en Merca-Wuhan. No somos tan koalas para creérnoslo, ¿verdad? Además, la profecía de esa pandemia ya la anunció Steven Sonderbergh hace diez años en el cine: Contagio (Gyneth Paltrow, Kate Winslet, Matt Damon, Jude Law, y muchos más).

Confesiones y Netflix

Pertenezco a la cofradía de Pzifer: me vacunaron las dos dosis contra el Covid-19 de la misma marca. Es lo que había en el menú ese día en el WiZink Center, y gracias. Confesión un tanto delicada, con esas repetidas investigaciones de la OMS en el laboratorio chino, acusaciones cruzadas entre China y Estados Unidos, negacionistas provocando vergüenza ajena cuando las morgues han marcado etiquetado más muertos por minuto que las cajas de un supermercado en hora punta.

Netflix no dejaría escapar un volumen como El Imperio del dolor, el equivalente a la Dinastía de los ochenta, con su JR fundador, la bendita segunda esposa (Linda Evans) y la demonizada primera cónyuge (Joan Collins).

El poso de dolor de las familias que han perdido a alguien por el OxyContin, igual que por el Covid-19 será, como es de esperar, el daño colateral. Al menos los Sackler no tendrán homenajes ni ongi etorris por los muertos causados. Las mansiones y el arte les ayudarán a sobrellevar lo que se diga de ellos. Por una vez, los Sackler no tendrán la última palabra. Salvo que unten a los guionistas, claro.

Publicado Yellowbreak.com

 

 

Related Posts

You may be interested in these posts from the same category.

‘Emprendedoras, una revolución en marcha’

‘Hablar con extraños’, de Malcolm Gladwell

Centauros de la movilidad

Marketing para centauros: Moz Local, Metricool y SeoQuake te ayudan a mejorar tus campañas de Facebook (y demás redes)

Domótica para centauros: confía tu bebé a las mejores aplicaciones

‘El murciano que desafió al dragón chino’ de David Hernández (Conecta)

Pérez-Reverte: “Soy de Cartagena y me han puteado igual que a los catalanes”

Kursk: cuando la inoperancia del jefe te condena a morir

La búsqueda de la felicidad: la depresión de la perfecta esposa

Los señores del espacio: Elon Musk, Jeff Bezos y la cruzada para colonizar el universo, de Christian Davenport

Las startups de la batamanta para confesarse sólo con los íntimos

WBFMAD 2019 – Simon Sinek el líder infinito

Entrada anterior: « ‘Hablar con extraños’, de Malcolm Gladwell
Siguiente entrada: ‘Emprendedoras, una revolución en marcha’ »

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Barra lateral principal

Recent Posts

Martech, la fusión del marketing y la tecnología en DES2019

27 mayo, 2019

Inteligencia Artificial, dime, ¿por qué un perro es un perro?

19 marzo, 2019

The Innovation Blind Spot and why Fintech startups have a lot to do to push the financial inclusion of the low-income layers

29 abril, 2018

FemTech in FinTech signals the social goals of cryptocurrencies

22 enero, 2018

Startup founders: better a cool “KISS doc” to mark the limits with predator investors, says Sharif El- Badawi

12 octubre, 2017

‘Emprendedoras, una revolución en marcha’

14 diciembre, 2021

‘El imperio del dolor’, matar por sobredosis con cuchara de oro

14 diciembre, 2021

‘Hablar con extraños’, de Malcolm Gladwell

14 diciembre, 2021

Centauros de la movilidad

14 diciembre, 2021

Footer

Inspiración

«La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho»
Jonas Edward Salk (1914-1995) Médico estadounidense

Post recientes

‘Emprendedoras, una revolución en marcha’
‘Hablar con extraños’, de Malcolm Gladwell
Centauros de la movilidad
Marketing para centauros: Moz Local, Metricool y SeoQuake te ayudan a mejorar tus campañas de Facebook (y demás redes)
Domótica para centauros: confía tu bebé a las mejores aplicaciones
‘El murciano que desafió al dragón chino’ de David Hernández (Conecta)

Site Footer

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • LinkedIn
  • Medium
  • Twitter
  • DIGITAL MARKETING
  • FORMACIÓN INTERCULTURAL
  • CONSULTORÍA DE STARTUPS
  • PR COMM & COMUNICACIÓN DE CRISIS
  • EQUIPO

RPConnection © 2019 | Aviso Legal | Política de Cookies | Política de Privacidad | Diseñado por Lorena Cañamero